Nuestras Diosas
Nuestras Diosas
La inspiración para esta colección son las diosas del México antiguo, dada la increíblemente rica tradición de la feminidad en el panteón prehispánico de la divinidad.
Hablar de deidades femeninas es hablar de dualidad. Sol y luna, vida y muerte, masculino y femenino. En nuestro imaginario está presente en todo momento el mundo complementario, el equilibrio entre las dualidades de todo lo que nos rodea, un espacio sumamente complejo que, a final de cuentas, nos ha regalado la posibilidad de mantener con vida estas tradiciones.
COATLICUE
Madre de los dioses, diosa de la tierra, vivía en el cerro de Coatepec (el monte de la serpien- te). Tiene pies y manos en forma de garras, una falda de serpientes entrelazadas y el pecho cubierto de cráneos, manos y corazones humanos. La cabeza de la diosa está sustituida por dos cabezas de serpiente encontradas, que simulan dos chorros de sangre que brotan de su cuello cortado.
COYOLXAUHQUI
Es la diosa de la luna según la mito- logía azteca. Era hija de la diosa de la tierra, Coatlicue, y hermana del dios sol, Huitzilopochtli. El mito narra que la Coyolxauhqui, furiosa al sospechar que su madre, Coatlicue, estaba embarazada de un desconocido (la cual en realidad fue embarazada por una bola de plumas que cayó del cielo), pidió a sus hermanos matar a su progeni- tora, y así redimir la ofensa. Fue así como la Coatlicue dio a luz a Huitzilopochtli, quien salió de su vientre ya como un guerrero adulto listo para defender a su madre, venciendo a sus hermanos, decapi- tando a su hermana y mandando su cabeza al cielo para que su madre pudiera verla cada noche. Entonces arrojó Huitzilopochtli el cuerpo de su hermana montaña abajo, por lo que éste quedó desmembrado.
XOCHIQUÉTZAL
Es una de las deidades mesoame- ricanas más antiguas. Es la diosa de la tierra mexica; diosa de la agricultura, el amor, la belleza y todas las artes; por lo mismo, se le venera como la diosa del tejido y del hilado. Algunas veces se le representa con el característico machete de telar, una nariguera en forma de mariposa y adornos de flores y quetzales.
Las ilustraciones están realizadas por Emmanuel García, un fantástico ilustrador pop y ávido defensor de la estética pre-plotter y pre-digital. Juntos queríamos darle a las diosas una estética de heroínas.