Teocintle
Teocintle, nuestra nueva colección, profundiza en el camino de colaboración y celebración de la artesanía popular, inspirada en la importancia del maíz y de los insectos en la cultura de México y su existir comunitario.
El nombre de la colección hace referencia al ancestro genético del maíz, “Teocintle” refiere al ancestro silvestre del maíz, mismo que fue domesticado hasta convertirse en el elemento fundamental de nuestras tradiciones culinarias y base de nuestra identidad cultural y culturales. Junto al grano se incorporan al imaginario de la colección los chapulines y otros insectos que han formado parte de nuestra dieta tradicional, invitando a una reflexión alrededor del consumo agrícola contemporáneo y la importancia de cuidar los cultivos nativos y las prácticas alimenticias tradicionales.
En este contexto, la colección pone en el centro de la conversación el papel de los cultivos ancestrales en el país y la controversia que ha generado su defensa: la prohibición que el gobierno mexicano impuso sobre el uso de maíz transgénico ha generado una enorme presión por parte de los Estados Unidos en el marco del TMEC, conflicto que se ha elevado al punto de crear un panel de resolución de controversias.
Por lo anterior, la ropa se construye, visualmente, de un universo donde las tortillas, tlayudas y totopos conforman cuerpos celestes sostenidos en un cosmos de chapulines e insectos, fauna que ha creado una relación simbiótica con el maíz en lo cultural, biológico y gastronómico.
Dentro de las distintas prendas se observa cómo la tortilla, las tlayudas y los insectos construyen y forman universos y constelaciones diversas, mediante los brincos de los chapulines en los diseños y colores de las prendas.
Este juego entre memoria, expresión cultural e iconografía es la constante en la obra de Andros Hernández (Oaxaca), responsable de la identidad visual de la colección. Para ser más precisos, su trabajo aborda las maneras en las que la memoria habita en los espacios y las personas, sea la identidad, el legado histórico o la vida cotidiana (las formas de bailar, cocinar, cosechar, comer).
Gran parte del trabajo de Andros suceda en un espacio comunal, el Chingón Club, foro abierto de colaboración en donde artesanos, campesinos, forajidos y artistas comparten saberes y quehaceres para la creación colectiva. A final de cuentas, la memoria se materializa en la identidad cultural, base del espíritu individual; y en la medida en la que dos o más fuerzas creativas se unen, sobresale lo que nos hace uno.